Por que se come al reves - Casa Lucinio

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Por que se come al reves

¿POR QUÉ SE COME EL COCIDO MARAGATO AL REVÉS?


Pues bien, para explicar esta rareza, entran en juego dos teorías: la primera habla de la dura vida del arriero, que no puede parar su marcha y come en el mismo carro en el que transportaba su mercancía. En un anafe sujeto al carro, calienta la olla del cocido que su mujer le preparó y cuando está bien caliente, la pasa al pescante de su carro, en donde la degusta mientras las mulas o los bueyes  continúan su caminata. Para evitar que la carne se enfríe, la come primero, luego sigue el orden ya descrito hasta que a cucharadas se come el caldo.



Los maragatos, recorrían las tierras de España como arrieros, llevaban entre los utensilios necesarios para sus largos desplazamientos, una fiambrera circular de madera con su tapa también de madera, donde guardaban en ella porciones de carne de cerdo cocida, que se conservaba fresco cierto tiempo. Al llegar a las posadas o mesones comían primero lo que ellos llevaban en las fiambreras de madera, por supuesto alimentos fríos, y para terminar y entonar sus estómagos pedían al mesonero o al posadero una sopa o caldo caliente. Así es como lo explican las personas mayores de los pueblos arrieros maragatos, que lo vieron comer en ese orden a sus padres y abuelos cuando regresaban de sus largos viajes.



Durante el siglo XIX, las tropas de Napoleón invadieron España y por meses estuvieron acantonadas en distintos enclaves, uno de los cuales fueron las tierras maragatas. Cuenta la historia que los laboriosos maragatos salían cada día a los campos  para dedicarse a sus actividades de pastoreo, laboreo de las tierras, siembra, recolección, incluso a la apicultura. Llegada la hora del mediodía, la mujer de la casa hacía sonar el triángulo con el que llamaba a los hombres a la mesa. Invariablemente, cada día se les servía el cocido. Las huestes napoleónicas escuchaban el tintineo del triángulo y se aprestaban a tomar la casa por asalto, pero provistos de algo de humanidad, dejaban que los moradores comiesen el primero y el segundo plato, es decir, el caldito de fideos y las verduras y garbanzos y cuando calculaban que se estaba preparando el tercer plato, penetraban a saco en la casa y se comían las exquisitas carnes. Los maragatos eran sumisos pero no tontos, así que decidieron empezar la comida al revés, es decir, la carne y las verduras y cuando entraban los soldados solamente les quedaba el caldo.  Quizás luego comprobaran que esta forma de comer hacía más fácilmente digerible el pesado yantar e incorporaron la moda a su gastronomía, convirtiéndola en costumbre.



Durante la invasión francesa del siglo XIX, ante una inminente batalla los franceses optaron por degustar primero la carne y después por último si les daba tiempo la sopa, ya que era preferible que sobrara la sopa y los garbanzos que las preciadas carnes.



Hoy en día esta costumbre está plenamente aceptada y se cree que es un total acierto, pues “qué huevos”, lo mejor y más sabroso del cocido es y siempre será la carne, y es evidente que si se come lo último ya no hay hambre suficiente y no se degusta como se merece.  
 









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